El pueblo de Toconao, a sólo 40 km al sur de San Pedro de Atacama es uno de sus principales atractivos turísticos. Este pueblo de 800 habitantes está construido entero en piedra liparita, un material que mantiene temperado el interior sin importar los cambios climáticos exteriores.
Destaca en el centro del pueblo y al frente de la plaza, la característica Iglesia y Campanario de San Lucas, del siglo XVIII que ha sido reconstruida luego de terremotos e incendios. Hoy es Monumento Nacional y está al cuidado de las Monjas.
Los toconares se dedican a tres principales actividades, el tallado de piedra volcánica, con lo que forman hermosas esculturas y miniaturas; el cultivo de frutas y especies, que se dan muy bien en la zona gracias a la pureza de su agua; y la explotación de los minerales del Salar de Atacama.
Tienen un especial cuidado del planeta gracias a la cultura heredada de los antiguos pobladores y un fuerte sentido de la independencia que aún mantienen, han traspasado las enseñanzas ancestrales de padres a hijos, esforzándose por la educación, adaptándose a las tecnologías pero sin ceder sus tradiciones. Este gran ejemplo de comunidad los ubica como el pueblo rural con más profesionales per cápita de Chile.
La comunidad ancestral Lickanantai de Tokonao, como se autodenominan, está amparada por la Ley Indígena Chilena, la ONU y los DDHH.