Científicamente denominados geoglifos, estas figuras monumentales están hechas para ser vistas desde largas distancias. Chile posee de los más antiguos y la mayor densidad del planeta.
¿Usted lo sabía?
Probablemente no. Si le decimos Nasca, lo más seguro es que en su mente aparezca la inmensa figura de un mono hecho de piedras que mira al cielo, esta figura es un geoglifo, y son muy escasos. Existen sólo en cinco lugares en el mundo: Estados Unidos, Australia, Inglaterra, Perú y Chile. Nuestro país posee la mayor concentración de ellos a nivel mundial y de la tradición más antigua.
¿Qué es un geoglifo?
Un geoglifo es una manifestación rupestre de gran dimensión, en promedio miden entre unos veinte a treinta metros de largo cada uno. En Chile, suelen hallarse en las laderas de cerros o colinas y pueden ser vistos desde grandes distancias.
Tesoro patrimonial
Los geoglifos constituyen un tesoro patrimonial de valor universal. Siendo una fuente de conocimiento sobre las antiguas cosmovisiones de diferentes culturas y poseen un atractivo artístico y paisajístico de gran interés. Dada su monumentalidad, rareza y singularidad debiesen ser considerados como áreas de protección para la investigación científica. En el mundo son reconocidos por su importante atractivo turístico. Tal es su relevancia, que Perú ha tomado la forma enroscada de la cola del mono de Nasca y la ha hecho parte de su logo país. Sin embargo, en Chile, escasamente se conocen; rara vez aparecen mencionados en circuitos turísticos formales y la población casi no sabe sobre su existencia.
Chug-Chug
Particular es la concentración de cerca de 500 figuras distribuidas en el sector de Chug-Chug, ubicado en el límite de las comunas de Calama y María Elena, Región de Antofagasta, los que se asocian al sistema de geoglifos de Quillagua y a una antigua ruta caravanera que conectaba el oasis de Calama con esta localidad y la costa Pacífica de Tocopilla. Estos caminos eran usados por viajeros del antiguo mundo andino que recorrían desde el altiplano hacia la costa y viceversa para intercambiar sus productos. Algunos de estos geoglifos datan desde el Periodo Formativo, vale decir, desde el año 1500 AC al 500 DC, aunque su mayor expresión corresponde al Período Intermedio Tardío, desde el año 900 al 1450 DC. Estas figuras expresaban el imaginario de los viajeros en distintos niveles de la estructuración social e ideológica de la cultura andina.
One comment
Viviana
13 junio 2021 at 4:31 PM
Hojala esta cultura la patrocine ra alguna fundacion es muy i teresante y diverso
Habra alguna leyenda sobre estos geroglificos?
Me avisan porfabor